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UNA PODEROSA HERRAMIENTA DE GRACIA

Copyrithg@PastorLuisEmilioBaez

“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.  Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;  se volvió mi verdor en sequedades de verano”. Salmos 32:3-4

Cuando somos confrontados y reprendidos porque nuestro estilo de vida nos está alejando del propósito de Dios, nos convertimos en fieras que no aceptan reprensión ni exhortación alguna de personas que nos aman y buscan nuestro bien. Esos aterrizajes forzosos nos ayudan a reconocer nuestros errores y las cosas que afectan o impiden nuestra relación con Dios, pero si no evidenciamos un verdadero arrepentimiento por medio de la confesión, caeremos en un estado espiritual de soberbia y falta de humildad que nos alejará cada vez mas de Dios. “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Proverbios 28:13

Está claro que la simple idea de tener que rendir cuentas nos llena de temor porque muchas veces la vergüenza y la culpabilidad nos ha arropado completamente. La confesión es un poderoso mecanismo de gracia que nos permite restablecer la comunión perdida por haberle fallado a Dios y puede ser la solución para salir de ese estado de esclavitud en la que se encuentra nuestra vida y nuestro corazón. La confesión a Dios debe producir un arrepentimiento genuino, porque el pecado sin confesar es lo único que nos separa de Dios. “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. Salmos 139:23-24

 Dios está dispuesto a perdonarnos siempre que nos arrepintamos y confesemos nuestros pecados, porque mientras no tengamos la actitud correcta no alcanzar la plenitud de Cristo. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9.  Cuando permitimos que las aves hagan nidos sobre nuestras cabezas, veremos como poco a poco terminamos adormecidos cerrando las puertas de nuestro corazón y nuestros oídos a la voz de Dios, mientras que si nos acercamos a Dios arrepentidos, encontraremos siempre perdón, misericordia y restauración. “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”. Salmos 32:5

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

Salmos 51:17

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Obedecer

Hace un tiempo, me comprometí a obedecer al Señor sin importar el costo. Como todos, he cometido errores, pero mi determinación de seguir a Cristo no ha cambiado. Cuando surgen dificultades, esa promesas me ayudan a estar firmes.

Todos enfrentaremos conflictos entre la voluntad de Dios y lo que se nos pide. Tal vez el jefe nos diga que no digamos la verdad sobre algo. O un amigo puede estar presionándonos para que participemos de una conducta inaceptable. O familiares nos pidan que mintamos para su beneficio. Decir no puede significar pérdidas, rechazo, o incluso el final de una relación. Por otra parte, acceder puede comprometer nuestro testimonio cristiano, o violar los mandamientos de Dios.

Daniel enfrentó ese dilema. El y sus tres amigos tenían una opción clara: comer alimentos prohibidos por las Sagradas Escrituras, o negarse a hacerlo e incurrir en la ira del rey, ser encarcelados, e incluso la muerte. Daniel demostró mucha valentía cuando propuso un plan de alimentación diferente (Daniel 1:12). Sus palabras y sus acciones demostraron su lealtad al Señor.

Daniel y sus amigos fueron premiados por Dios por su fe y su compromiso (Daniel 1:17). A pesar de sus circunstancias adversas, los cuatro jóvenes tuvieron confianza en el cuidado soberano del Señor de sus vidas.

La decisión de Daniel le ganó el favor del rey. La obediencia del Señor Jesús lo llevó a la cruz y a la glorificación. La confianza de Pablo en Cristo le ocasionó adversidades. Cuando obedecemos, las consecuencias pueden variar, pero dos cosas permanecen iguales: la obediencia glorifica a nuestro Padre celestial, y le agrada. ¿Qué podría ser mejor que eso?

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LA SUERTE ES UN CONCEPTO FATALISTA

Copyrithg@PastorLuisEmilioBaez

 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. 2 Timoteo 4:3-4

Siempre hemos escuchado hablar de la «Suerte» como si nuestra vida dependiera de eventos fortuitos que no tienen explicación. La suerte ocurre por la combinación de circunstancias sobre las cuales no tenemos ningún control y el concepto humanista de “suerte” es una de esas “fabulas ANTI-FE” que impiden que alcancemos el propósito para el cual hemos sido creados. «La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella». Proverbios 16.33 Es como dar crédito a la teoría del Big Bang que sustenta que lo que existe fue creado por una explosión fortuita que hizo que todo apareciera de la nada, cuando aun la misma ciencia ha tenido que reconocer la existencia de una “fuerza superior” que lo sustenta y lo controla todo cuyo nombre según la Biblia es Jehová. “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos. Salmos 24:1-2  

Ninguna de estas fabulas tiene sustento bíblico alguno porque no es verdad que llegamos a esta tierra por un golpe de suerte o por sucesos que coincidieron, sino que fuimos creados por Dios para alabanza de su gloria y es el único que puede cambiar nuestras circunstancias si lo que le pedimos está de acuerdo con su perfecta voluntad. Quienes deciden vivir sin fe y asumen como bueno y valido el concepto fatalista de la suerte, nunca les podrá resplandecer la luz del Plan Perfecto de Dios a través del cual ha provisto perdón de pecados, salvación y vida eterna para todos los que creen. La Biblia dice: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto”. Isaías 45:5-7

Por encima de la suerte y el azar siempre estará la decisión de Dios para bendecir a sus hijos, para que nuestra fe no dependa de eventos externos que nadie puede controlar. Tenemos que confiar en que la voluntad de Dios siempre será buena, agradable y perfecta, y tener la fe suficiente para creerle en todas las circunstancias porque nuestro Dios Todopoderoso reina y es el creador de todas las cosas. “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”. Romanos 9:16. Es tiempo de levantarnos y entregar nuestro corazón a Dios que es en definitiva quien conoce todo lo que somos, para que asi, rendidos completamente a su voluntad, podamos alcanzar la plenitud de Cristo en nuestras vidas. “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve sino que permanece para siempre”. Salmos 125:1

“Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;”

Isaías 44:24

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Recapacitemos

Pareciera que a veces perdemos la dirección en cuando a nuestra vida espiritual se refiere. Por alguna razón nos descuidamos o nos acomodamos a una vida mediocre en el Señor y de pronto nos encontramos perdidos, sin un rumbo, haciendo lo que antes hacíamos y viviendo como antes vivíamos.

Y es que cuando Cristo entro a nuestro corazón y perdono nuestros pecados comenzamos una nueva vida, algo a lo que muchos de nosotros no estábamos acostumbrados, pero que poco a poco se fue convirtiendo en nuestro estilo de vida.

Pero ocurre que con el tiempo, tendemos a perder la dirección, pareciera que nuestro ánimo se enfría, nuestro deseo de búsqueda de Dios disminuye y comenzamos a ver las cosas desde una perspectiva más humana que espiritual.

A todos nos ha pasado, yo sé que no estoy hablando de cosas fuera de lo común, quizá hoy en día tu reconoces que has perdido tu rumbo, que no estás caminando como deberías caminar o como Dios quiere que camines, reconoces que has sido presa del pecado y pareciera que te tiene muy atrapado.

“Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová”. (Lamentaciones 3:40 RV1960)

Ese nos hace reconocer lo importante que es hacernos una auto evaluación cada cierto tiempo de cómo estamos viviendo la vida, si realmente estamos o no agradando a Dios, o si estamos o no siguiendo el rumbo correcto.

En la Nueva VersiónInternacional el mismo versículo dice de la siguiente manera: “Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor”. (Lamentaciones 3:40 NVI)

A veces sabemos que vamos mal, que estamos haciendo las cosas equivocadamente, pero por alguna razón no hacemos nada por cambiar eso. Muchos de los que hoy me leen saben que están llevando una vida desordenada, sin sentido, sin rumbo, pero a pesar que están conscientes de eso, no hay en su corazón la voluntad de cambiar algo, y a eso se le llamada: ACOMODO.

La mayoría de nosotros estamos acomodados, nos hemos acomodado a pecar, se ha convertido en algo cotidiano para nosotros a tal punto que pareciera que ese mismo pecado ya es parte de nosotros. No hacemos nada por evitarlo a pesar que sabemos que no es correcto, no hay en nosotros una voluntad de cambiar y si la hay, no estamos accionando. ¿Qué estamos esperando?

Muchos de nosotros a veces quisiéramos cambiar, quisiéramos dejar de hacer aquello que sabemos que ofende a Dios, quisiéramos alejarnos de todo aquello que nos obstaculiza nuestra comunión con el Señor, pero somos débiles, difícilmente cambiaremos si no pones determinación en hacerlo. Dios no te va a forzar, ni a obligar, esto es una cuestión tuya, Dios está a tu disposición para ayudarte, pero es necesario que tu des el primer paso, ese paso que sabes que tienes que dar, pero que hasta la fecha no lo has querido dar.

Ya es momento de recapacitar, hoy es el día en donde todo tiene que comenzar de nuevo, este día estaba preparado para ti, Dios lo tenía en su agenda, este era el día en que El quería hacerte comprender lo importante y determinante que es para tu vida el hecho de que REACCIONES, el hecho de que RECONOZCAS que necesitas cambiar y sobre todo el hecho de que ES HORA DE HACERLO.

Quizá en este momento digas: “Yo quisiera, pero no puedo, no creo que llegue al mismo nivel que un día estuve”. Mi amado y amada, no podrás llegar a ese nivel mientras pienses que no podrás, tú mismo estas obstaculizando ese hecho. No es hora de pensar si llegar a ese nivel o no, es hora de INTENTARLO, de comenzar poco a poco a cultivar aquella relación personal que un día tuviste con el Señor y que El quiere que sigas teniendo.

Es un buen momento para recapacitar y darnos cuenta lo importantes que somos para Dios, a tal punto de que este día quiere recordarnos que AUN ESTA ESPERANDONOS, El quiere tener una intimidad con nosotros, una relación personal, quiere escucharnos, quiere vernos sonreír, porque realmente su gozo a inundado nuestros corazones y no porque solo queremos aparentar una felicidad.

¿Sabes? Dios te conoce y te conoce mejor que nadie, El sabe que tú lo necesitas, por eso los últimos días ha tratado de buscarte y que reacciones, ¿Qué estas esperando?, ¿Seguirás disimulando lo que realmente sientes?, ¿Seguirás teniendo oídos sordos a la voz del Señor que te esta llamado?, ya no sigas mas, ríndete hoy, El está aquí para abrazarte, para amarte y decirte: “Hijo, hija, te sigo amando igual”.

Escudriñemos nuestros caminos y sobre todo, VOLVAMONOS al Señor

 

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SOLO CRISTO JUSTIFICA Y SALVA

Copyrithg@PastorLuisEmilioBaez                          

 “A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús». Romanos 3:25-26

 La justificación es lo opuesto a la condenación y es una sentencia a través de la cual Dios perdona todos los pecados de aquellos que han puesto su fe y su confianza en el sacrificio de su Hijo Jesucristo en la Cruz. Este es uno de los procesos más ilógicos a los que podamos enfrentarnos y es la razón por la cual muchas personas se creen indignos de recibir perdón y justificación de parte de Dios luego de haber vivido tan desordenadamente y apartados de Él. El mayor problema que tenemos las personas con la justificación y la salvación es que nosotros mismos tratamos de producir nuestra propia justicia a través de las buenas obras o de actos sacrificiales con el fin de agradar a Dios, sin darnos cuenta que la misma Palabra de Dios indica que hay un solo camino que nos lleva a Dios y ese es Jesucristo. “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”. Romanos 3:21-22

 Cuando cuestionamos la justificación de otros y aun la nuestra, es porque no estamos abiertos a recibir el perdón incondicional de Dios y no creemos que otros tampoco lo merezcan, sin embargo, a Dios no le importan nuestras opiniones porque El solo mira la fe de aquellos que se han colocado bajo el sacrificio de la Cruz y el derramamiento de la sangre del Cordero que quita para siempre el pecado de nosotros. Además del perdón de los pecados, la justificación declara que toda acusación contra nosotros se cae de plano cuando nos cobijamos debajo del sacrificio de Jesús en la Cruz del Calvario.»Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.» Gálatas 2:16 

 Es fundamental que entendamos que somos justificados por medio de la fe, a través de lo cual Dios declara literalmente como justos a los pecadores que rinden su vida a Cristo. Este acto de gracia y misericordia a favor nuestro lo hace por el puro afecto de su voluntad. Cuando un pecador reconoce que no puede justificarse a si mismo delante de Dios y pone su fe en Jesús, entonces Dios lo salva y lo justifica. «Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» Romanos 10:9 Los Justificados por la fe en Cristo aún cometemos pecados, esto no significa que Cristo promueva el pecado sino que demuestra que la fe puesta en El puede justificar al pecador. Si aceptamos el sacrificio de Cristo como única provisión de Dios para nuestros pecados, la Palabra de Dios nos da la garantía de que recibiremos por gracia el favor de Dios para nuestras vidas. “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Isaías 1:18

 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.

Romanos 5:1-2

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Que hacer en la iglesia?

Debemos tomar muy en cuenta la actitud de nuestra congregación y de nuestro pastor, debido a que son muy importantes y fundamentales en nuestra vida espiritual

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10:25)

Es necesario formularnos las siguientes preguntas:

  1. Es la Biblia en nuestra congregación parte de una tradición religiosa, un libro de consulta o es la Palabra de Dios, la máxima autoridad?
  2.  Nuestro Pastor enseña e interpreta la Palabra de Dios literalmente donde es posible, o cree en descubrimientos científicos, conocimientos actuales, descubrimientos modernos que desacreditan o cuestionan algunos pasajes Bíblicos, sus mensajes están centrados en la Palabra de Dios, o en experiencias personales, anécdotas y opiniones propias?
  3. Cuando salimos de la iglesia nos sentimos animados y fortalecidos por la Palabra de Dios o por la motivación y efusividad del predicador?

La Palabra de Dios es lo mas importante en nuestras vidas, solo a través de esta podemos conocer al Padre y su propósito con nosotros, evaluemos las oportunidades que nos ofrece la iglesia de aprender la verdad de Palabra de Dios.

Identifiquemos personas que crean que la Palabra de Dios es confiable y que busquen sinceramente y constantemente aplicarlas a sus vidas.

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MISERICORDIA PARA TODOS

 

Copyrithg@PastorLuisEmilioBaez

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. ” Lamentaciones 3: 21-23

 

 Cada mañana es una nueva oportunidad para comenzar a pesar de nuestros errores y de hacer exactamente lo contrario a lo que Dios ordena. Dios siempre tiene perdón, misericordia y un nuevo comienzo para nosotros. No creo que nadie quiera ir por la vida queriendo fallarle a Dios o queriendo ofenderlo, pero estoy absolutamente convencido de la lucha que se produce entre nuestra carne y nuestro espíritu diariamente, solo tendrá victoria si nos dejamos dirigir por el Espíritu Santo de Dios. Recordemos las palabras del Apóstol Pablo: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí” Romanos 7:19-20

 

 Debemos entender que no siempre nuestras buenas intenciones le ganaran a nuestros malos deseos, es decir que muchas veces hacemos lo que no queremos hacer aun cuando como creyentes no deseamos ofender a nuestro Dios. El grave problema comienza cuando le fallamos a Dios y tratamos de arreglar las cosas a nuestro modo, ignorando que la manera de Dios es arrepentimiento de corazón, pidiendo perdón y recibiendo ese perdón por fe. Es probable que veamos que todo está perfecto, que nos sobran los deseos de agradar a Dios y que habíamos decidido en nuestro corazón no fallarle, pero de repente sucumbimos  frente a la oferta actuando incorrectamente. “Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”. Romanos 7:22-23

 

 Es muy difícil tratar de acercarnos a Dios con vergüenza y la culpabilidad que produce haber hecho todo lo contrario a lo que habíamos dispuesto en nuestro corazón, pero tenemos que tener muy claro que Jesucristo fue sacrificado por todos nuestros pecados (pasados, presentes y futuros) y que siempre podremos volver a sus pies con arrepentimiento y humildad. “Con amor eterno te he amado, por tanto te prolongue mi misericordia” Jeremías 31:3. Tenemos que levantarnos porque esta es la fe de creer que aunque hayamos fallado, los brazos de Dios están abiertos para recibirnos cuando disponemos el corazón a las nuevas oportunidades que Dios tiene para nosotros. “Hijitos míos, estas cosas les escribo para que no pequen, pero si alguna hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo” 1 Juan 2:1

 

 “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti…Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies”.

 

Lucas 15:11-32

 

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UN SOLO MEDIADOR

Copyrithg@PastorLuisEmilioBaez

“Pero Jehová dijo al Profeta Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón”. 1 Samuel 16:7

La forma correcta de reconocer las cosas falsas es conociendo de manera detallada la pieza original. Si los bancos se concentraran en mostrarle a sus cajeros cada forma de falsificación, nunca terminarían de conocer la inmensa cantidad de trucos que los falsificadores utilizan y estarían creándole una gran confusión a  quienes manejan el efectivo, por eso, ellos dedican mucho tiempo y recursos en capacitarlos para que conozcan cada detalle del billete original, de manera que al simple tacto puedan detectar los falsos.“Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”. Juan 14:9

De esta misma forma, como creyentes necesitamos conocer el original y el verdadero Dios que es Cristo Jesús Señor nuestro, pero para eso necesitamos escudriñar las Sagradas Escrituras que nos presentan a Jesús como Hijo de Dios y como único mediador entre Dios y los hombres. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. 1 Timoteo 2: 5.Si nos concentramos en conocer la Palabra de Dios y a tener comunión con El, difícilmente seremos engañados con una falsa fe o falsa doctrina de esas que proclaman prosperidad y filosofías humanistas o de aquellas que pretenden proclamar a otros atribuyéndoles poderes que no tienen. Es común que los incautos e ignorantes de la Palabra de Dios corran detrás de una falsa doctrina, pero en nada se justifica que un creyente que ha conocido el original corra detrás de “aparentes buenas replicas” que pretenden ofrecer cosas que aun el propio Jesús nunca prometió.“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33

 Tenemos la gran debilidad de correr detrás del humo pensando que habrá fuego y mientras tanto las promesas de bendición y prosperidad nunca llegan. Hasta que no aprendamos a depender de Dios poniendo nuestra mirada únicamente en su hijo Jesucristo, no alcanzaremos a vivir una vida de fe que confía en las palabras de Jesús, que se mantiene firme en medio del dolor y la enfermedad y que glorifica siempre a Dios a pesar de la escases. Es tiempo correr a los pies de Jesús que fue quien se inmoló por nuestros pecados y por su sangre derramada nos dio acceso permanente a la presencia de Dios. “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29

 “Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, discusiones necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales”.

1 Timoteo 6:3-5

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