Madurar

Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más  que yo;  yo Jehová, y ninguno más que yo,
que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.  Yo Jehová soy el que hago todo esto.     
Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado. ¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: No tiene manos? ¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?!

Isaías 45:5-10

Es muy normal y común que al pasar por tiempos de aflicción nos preguntemos por qué permite Dios que sus hijos experimentemos situaciones dolorosas, o porque permite Dios que nos equivoquemos si El es Todopoderoso. Todo eso no parece coincidir con la característica de Padre amoroso;  es difícil pensar que Dios tiene el poder para evitarnos ciertas cosas y no lo haga. Pensemos por un momento lo siguiente:

Dios pudo habernos convertido en seres sin libre albedrío  protegidos de toda consecuencia del pecado e incapaces de elegir el pecado, pero esto significaría ser incapaces de elegir amarlo.

Si Dios y las personas que nos rodean nos evitarán las consecuencias de nuestros pecados y nuestras malas decisiones, como nos convertiríamos en cristianos maduros?

Si otros fueran los que nos dijeran siempre como actuar y que hacer, como aprenderemos a ser guiados por el Espíritu Santo, a escuchar la voz de Dios y a depender de El, si siempre estaremos sujetos al consenso de otros, siempre responsabilizaremos a otros de nuestras decisiones y tampoco maduraremos.

Dios es soberano, nada escapa se Su control y nada de lo que nos sucede pasa sin que El lo permita.  Para madurar como cristianos es necesario escudriñar la Palabra de Dios, mantenernos en comunión con El, esperar atentamente que su Santo Espíritu nos dirija y actuar con obediencia conforme a su dirección. ¿Estamos dispuestos a madurar?

A mi Dios, Mi bebé y mi mamá

A penas hace unas pocas semanas supe que Dios te puso en mi vientre…que sentí? es algo que no puedo describir, miles de emociones, miles de sentimientos…y a partir de ahí algunos síntomas propio de mi estado…

 Aun no te he sentido moverte en mi vientre, pero en mi corazón te mueves cada segundo, y a cada momento imagino como tu embrión miran los ojos del Creador, que hermoso privilegio tienes.

 Muchas son las opiniones acerca de la alimentación de si engordaré o si luego rebajaré, pero desde el instante en que supe que Dios tuvo la misericordia de permitirme este regalo, entendí que nunca jamás seré igual, con eterno agradecimiento a Dios siempre estaré feliz de llevar las huellas de la maternidad.

 También quiero que sepas que me han dicho muchas cosas que no me hicieron sentir bien, que mi vida va a terminar, que me olvidaré del ministerio, que no podré y otras tantas cosas….pero confío en que Dios me dará la gracia para los retos que vendrán, porque mi vida no termina al tenerte, mi vida apenas empezó, quiero que siempre sepas que eres un regalo de Dios para Su gloria y que tu llegada a mi vida no me ha quitado el futuro….tu llegada me ha dado un nuevo y mejor futuro.

 Llevarte en mi vientre me produce muchas cosas y Dios a través de ti me ha permitido experimentar la máxima expresión de Su amor, solo El pudo crearte, eres otra de las evidencias palpable de Su amor en mi vida.

 Parece increíble que en solo seis semanas saber que estas me ha producido tantas cosas, y al estar tan cercano el día de las madres, Dios me ha hecho entender que aunque las madres no seamos perfectas, El nos manda a honrarlas, el saber que Dios me ha escogido para ser tu madre me hace sentirme perfecta aunque sea por pequeños instantes.

 No se la relación de todos con sus madres, y también se que muchos no la tienen, pero si puedo decir que a través del amor de Dios en nuestras vidas, hoy como nunca antes puedo exhortar a todos, que si su madre esta o no, amémosla incondicionalmente tal como Dios nos ha amado, demostrémosle perdón no hay madre perfecta, a veces, tendremos que perdonarlas, hay madres que parecen duras, otras distantes, aun así demostrémosles compasión, muchas de estas actitudes son producto de muchas heridas. Recodemos nuestras madres con gratitud no solo por lo que han hecho por nosotros o dejado de hacer, ni porque es muy difícil sentirse olvidado, recordémosla con gratitud porque fue un instrumento para el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas.

 Quiero dibujarle una sonrisa en el rostro de mi madre cada día tal como se me dibuja diariamente y a cada instante desde el momento en que Dios le plació que me convirtiera en una.

 Oro a Dios para que me permita estar siempre agradecida de El, por esta hermosa bendición.

Obedecer

Hace un tiempo, me comprometí a obedecer al Señor sin importar el costo. Como todos, he cometido errores, pero mi determinación de seguir a Cristo no ha cambiado. Cuando surgen dificultades, esa promesas me ayudan a estar firmes.

Todos enfrentaremos conflictos entre la voluntad de Dios y lo que se nos pide. Tal vez el jefe nos diga que no digamos la verdad sobre algo. O un amigo puede estar presionándonos para que participemos de una conducta inaceptable. O familiares nos pidan que mintamos para su beneficio. Decir no puede significar pérdidas, rechazo, o incluso el final de una relación. Por otra parte, acceder puede comprometer nuestro testimonio cristiano, o violar los mandamientos de Dios.

Daniel enfrentó ese dilema. El y sus tres amigos tenían una opción clara: comer alimentos prohibidos por las Sagradas Escrituras, o negarse a hacerlo e incurrir en la ira del rey, ser encarcelados, e incluso la muerte. Daniel demostró mucha valentía cuando propuso un plan de alimentación diferente (Daniel 1:12). Sus palabras y sus acciones demostraron su lealtad al Señor.

Daniel y sus amigos fueron premiados por Dios por su fe y su compromiso (Daniel 1:17). A pesar de sus circunstancias adversas, los cuatro jóvenes tuvieron confianza en el cuidado soberano del Señor de sus vidas.

La decisión de Daniel le ganó el favor del rey. La obediencia del Señor Jesús lo llevó a la cruz y a la glorificación. La confianza de Pablo en Cristo le ocasionó adversidades. Cuando obedecemos, las consecuencias pueden variar, pero dos cosas permanecen iguales: la obediencia glorifica a nuestro Padre celestial, y le agrada. ¿Qué podría ser mejor que eso?

Recapacitemos

Pareciera que a veces perdemos la dirección en cuando a nuestra vida espiritual se refiere. Por alguna razón nos descuidamos o nos acomodamos a una vida mediocre en el Señor y de pronto nos encontramos perdidos, sin un rumbo, haciendo lo que antes hacíamos y viviendo como antes vivíamos.

Y es que cuando Cristo entro a nuestro corazón y perdono nuestros pecados comenzamos una nueva vida, algo a lo que muchos de nosotros no estábamos acostumbrados, pero que poco a poco se fue convirtiendo en nuestro estilo de vida.

Pero ocurre que con el tiempo, tendemos a perder la dirección, pareciera que nuestro ánimo se enfría, nuestro deseo de búsqueda de Dios disminuye y comenzamos a ver las cosas desde una perspectiva más humana que espiritual.

A todos nos ha pasado, yo sé que no estoy hablando de cosas fuera de lo común, quizá hoy en día tu reconoces que has perdido tu rumbo, que no estás caminando como deberías caminar o como Dios quiere que camines, reconoces que has sido presa del pecado y pareciera que te tiene muy atrapado.

“Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová”. (Lamentaciones 3:40 RV1960)

Ese nos hace reconocer lo importante que es hacernos una auto evaluación cada cierto tiempo de cómo estamos viviendo la vida, si realmente estamos o no agradando a Dios, o si estamos o no siguiendo el rumbo correcto.

En la Nueva VersiónInternacional el mismo versículo dice de la siguiente manera: “Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor”. (Lamentaciones 3:40 NVI)

A veces sabemos que vamos mal, que estamos haciendo las cosas equivocadamente, pero por alguna razón no hacemos nada por cambiar eso. Muchos de los que hoy me leen saben que están llevando una vida desordenada, sin sentido, sin rumbo, pero a pesar que están conscientes de eso, no hay en su corazón la voluntad de cambiar algo, y a eso se le llamada: ACOMODO.

La mayoría de nosotros estamos acomodados, nos hemos acomodado a pecar, se ha convertido en algo cotidiano para nosotros a tal punto que pareciera que ese mismo pecado ya es parte de nosotros. No hacemos nada por evitarlo a pesar que sabemos que no es correcto, no hay en nosotros una voluntad de cambiar y si la hay, no estamos accionando. ¿Qué estamos esperando?

Muchos de nosotros a veces quisiéramos cambiar, quisiéramos dejar de hacer aquello que sabemos que ofende a Dios, quisiéramos alejarnos de todo aquello que nos obstaculiza nuestra comunión con el Señor, pero somos débiles, difícilmente cambiaremos si no pones determinación en hacerlo. Dios no te va a forzar, ni a obligar, esto es una cuestión tuya, Dios está a tu disposición para ayudarte, pero es necesario que tu des el primer paso, ese paso que sabes que tienes que dar, pero que hasta la fecha no lo has querido dar.

Ya es momento de recapacitar, hoy es el día en donde todo tiene que comenzar de nuevo, este día estaba preparado para ti, Dios lo tenía en su agenda, este era el día en que El quería hacerte comprender lo importante y determinante que es para tu vida el hecho de que REACCIONES, el hecho de que RECONOZCAS que necesitas cambiar y sobre todo el hecho de que ES HORA DE HACERLO.

Quizá en este momento digas: “Yo quisiera, pero no puedo, no creo que llegue al mismo nivel que un día estuve”. Mi amado y amada, no podrás llegar a ese nivel mientras pienses que no podrás, tú mismo estas obstaculizando ese hecho. No es hora de pensar si llegar a ese nivel o no, es hora de INTENTARLO, de comenzar poco a poco a cultivar aquella relación personal que un día tuviste con el Señor y que El quiere que sigas teniendo.

Es un buen momento para recapacitar y darnos cuenta lo importantes que somos para Dios, a tal punto de que este día quiere recordarnos que AUN ESTA ESPERANDONOS, El quiere tener una intimidad con nosotros, una relación personal, quiere escucharnos, quiere vernos sonreír, porque realmente su gozo a inundado nuestros corazones y no porque solo queremos aparentar una felicidad.

¿Sabes? Dios te conoce y te conoce mejor que nadie, El sabe que tú lo necesitas, por eso los últimos días ha tratado de buscarte y que reacciones, ¿Qué estas esperando?, ¿Seguirás disimulando lo que realmente sientes?, ¿Seguirás teniendo oídos sordos a la voz del Señor que te esta llamado?, ya no sigas mas, ríndete hoy, El está aquí para abrazarte, para amarte y decirte: “Hijo, hija, te sigo amando igual”.

Escudriñemos nuestros caminos y sobre todo, VOLVAMONOS al Señor

 

Que hacer en la iglesia?

Debemos tomar muy en cuenta la actitud de nuestra congregación y de nuestro pastor, debido a que son muy importantes y fundamentales en nuestra vida espiritual

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10:25)

Es necesario formularnos las siguientes preguntas:

1. Es la Biblia en nuestra congregación parte de una tradición religiosa, un libro de consulta o es la Palabra de Dios, la máxima autoridad?
2.  Nuestro Pastor enseña e interpreta la Palabra de Dios literalmente donde es posible, o cree en descubrimientos científicos, conocimientos actuales, descubrimientos modernos que desacreditan o cuestionan algunos pasajes Bíblicos, sus mensajes están centrados en la Palabra de Dios, o en experiencias personales, anécdotas y opiniones propias?
3. Cuando salimos de la iglesia nos sentimos animados y fortalecidos por la Palabra de Dios o por la motivación y efusividad del predicador?

La Palabra de Dios es lo mas importante en nuestras vidas, solo a través de esta podemos conocer al Padre y su propósito con nosotros, evaluemos las oportunidades que nos ofrece la iglesia de aprender la verdad de Palabra de Dios.

Identifiquemos personas que crean que la Palabra de Dios es confiable y que busquen sinceramente y constantemente aplicarlas a sus vidas.

Paciencia

 

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza. (Romanos 5:3-4)

 Si leemos estos versículos claramente vemos que la paciencia un producto o el resultado de un proceso. Igualmente si leemos Gálatas 5:22-23, vemos que la paciencia es un fruto del Espíritu, pensemos por un segundo, que los frutos son el resultado de un proceso que comienza con una semilla, una planta, un tiempo de desarrollo y luego el fruto, pero el fruto no esta listo desde que aparece, necesita otro proceso y tiempo para madurar, lo mismo sucede con la paciencia.

 Cuantas veces escuchamos personas orar y pedir paciencia, pero a parte de orar por paciencia que otras cosas estamos haciendo para tener un corazón calmado y apacible? La paciencia no es algo que recibimos y ya, más bien es un fruto que se desarrolla con el tiempo, las experiencias y los procesos que vivimos, es como un músculo que tenemos que ejercitar para verlo desarrollarse.

 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. (Santiago 1:2-4)

 Humanamente alabar a Dios y tener sumo gozo en medio de la prueba es algo ilógico, sin embargo cuando nos aferramos a las promesas de Dios, sabemos que esperar en el Señor no es en vano. Las pruebas y tribulaciones aumentan nuestra paciencia, y esta nos ayuda a mantenernos firmes. La paciencia es la consecuencia de una fe grande y profunda en quien es Dios, a medida que entendamos su bondad y confiemos en su soberanía, estaremos más dispuestos a esperar sus soluciones y resultados, solo reconociendo la soberanía de Dios podremos desarrollar paciencia.

  Si aceptamos que nuestras vidas se desarrollen de acuerdo a su plan y practicamos la paciencia sin importar el ritmo que El nos fije, será la manera mas sabia en la que podemos actuar.

 La paciencia no es algo natural, es un fruto del Espíritu Santo, solo así es posible soportar sin quejarnos y sin claudicar aun cuando el avance sea lento desde la perspectiva humana, pero Dios siempre trabaja a la velocidad y tiempo perfecto.

Paz

Juan 14:27  La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 

 Hemos escuchado muchas personas que dicen estar en paz y sentirse en paz. He pensado pero si todas esas personas que dicen estar y sentirse en paz están dentro del propósito y la voluntad de Dios, entonces no esta mal, pero el asunto es que muchos utilizamos la sensación de paz como una señal para asegurarnos de que estamos en la voluntad y el propósito de Dios, y esta bien, pero es esto suficiente evidencia para que entendamos que nuestras decisiones están en armonía con los planes del Señor?

 La pregunta resulta fuerte pero nos hemos preguntado que paz estamos experimentando? Porque no podemos negar que a veces esa sensación de paz y tranquilidad podemos atribuirla a nuestra propia satisfacción frente a una decisión que hemos tomado. A veces tomamos decisiones que nos producen paz, bienestar y esa sensación de seguridad de haber hecho lo correcto y no haber sido la voluntad de Dios, como puede ser?

 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.  Colosenses 3:15

 El versículo habla de la paz de Dios y Juan 14:27 dice: Mi paz os dejo…es que existe la paz de Cristo y la paz del mundo que son dos cosas diferentes. La paz de Cristo la experimentaremos solo cuando nuestras decisiones coincidan con la voluntad de Dios, cuando estemos enlazados en armonía y unidad a la palabra de Dios, solo así nuestras acciones, decisiones y pensamientos estarán alineados a la voluntad de El, entonces experimentaremos la paz de Cristo. Estamos pensado para nuestras vidas lo mismo que El esta pensando? Tomamos nuestras decisiones usando los principios bíblicos o nuestro propio criterio?

 Pero porque tomamos decisiones sin guiarnos por la palabra de Dios, porque la mayoría de las veces nos dejamos presionar de que tenemos que tomar una decisión YA, o simplemente nos desesperamos y queremos tomar una manera rápida de acabar con el dolor, la espera o la incertidumbre. Debemos entender que los pensamientos de Dios no son inyectados de manera intravenosa para que lleguen en segundos a nuestro cerebro,  porque entonces el efecto no sería duradero sino momentáneo mientras dure el efecto o para tomar la decisión y listo. Dios nos moldea poco a poco, en un proceso continuo y eterno, día a día, mientras nos vamos alimentando con su palabra sus verdades se van sumergiendo en nuestra mente esta se va renovando desplazando los pensamientos antiguos, edificando continuamente es la única manera en que podremos luego internalizar y fructificar el fundamento de la verdad de Dios, y estaremos capacitados para saber si la paz que estamos experimentando es la de Cristo o la nuestra.

 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Colosenses 3:16-17)

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.”

1 Corintios 10: 23

Cristo no se impone, tampoco vivirá en nosotros por imposición, Dios es todo un caballero cuando nos llama y nosotros decidimos si abrirle nuestro corazón o no, aunque de manera personal entiendo que la mejor decisión que podemos tomar es entregarle nuestro corazón a Dios.

Las preguntas mas comunes de los que queremos agradar a Dios son: ¿Esta bien esto que hago esto?” o “¿Es prohibido hacer tal o cual cosa?”. La verdad es que Jesús a libertad nos ha llamado Cristo y El nos ha liberado de toda atadura de pecado, ni la Iglesia, ni ningún líder espiritual debe prohibirnos algo, lejos de eso lo que debemos saber que dentro de los que hemos entregado nuestro corazón a Cristo está el Espíritu Santo y es quien nos guía a toda verdad cada segundo nuestra vida y es la voz que tenemos que escuchar para andar conforme a la voluntad de Dios.

Aun así hay muchas personas que tienen dudas grandísimas sobre hacer esto o aquello y sobre que tan bueno es hacer ciertas cosas.

Libertad en Cristo

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (San Juan 8: 32). “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (San Juan 14: 6), cuando entregamos nuestro corazón a Jesús, el nos hace libres, libres de prejuicios, libres del pecado, libres de la muerte, libres de condenación, libres del que dirán, etc. Esto quiere decir que vivimos conforme a la voluntad de Dios, es libertad no libertinaje, mas bien es ahí donde tenemos que poner un alto a todo aquello que lejos de agradar a Dios lo esta desagradando.

 

Todo me es licito: En Cristo no hay imposición de reglas y procedimientos a seguir, Dios nos dio libre albedrío para poder elegir que es lo que queremos, Dios quiere que elijamos la vida en lugar de la muerte pero tendemos a tomar la libertad Dios nos da de poder elegir y la convertimos en pecado.

Pero no todo me conviene:Este versículo nada tiene que ver con prohibición sino mas bien tiene que ver con que hagamos un análisis, es decir que no solo tenemos pensar en que “todo nos es licito”, sino que también tenemos que analizar si “nos conviene o no”.Es triste personas que están mal solo por una vez creer que “cierta acción no esta mal” y sin darse cuenta dicha acción los fue llevando poco a poco a la derrota espiritual. Es de sabios el reconocer que fallaste y levantarte para ya no fallar mas, no debemos mal administrar la libertad que Dios nos da.

No existe una regla que diga como tener que hacer las cosas, pero está la palabra de Dios que nos enseña lo que es y no es agradable a Dios, pero hay ciertos pasos que nos pueden ayudar a entender si algo nos conviene o no. Hay algunos pasos que han dado muy buenos resultados como son:

1. Antes de tomar una decisión tienes que buscar a Dios: Es fundamental la búsqueda de Dios, si tu no buscas a Dios no tendrás comunión con El, y si no tienes comunión con El, difícilmente escucharas su voz para guiarte en el camino correcto.

2. Examina si lo que haces le da la gloria a Dios: seguir los pasos de Cristo es agradar a Dios cielos, vamos hacer algo que lejos de exaltar el Nombre de Jesús hará que otros hablen de tu comunión con Dios o de tu condición como cristiano, ¿para que hacerlo?, ¿qué vale mas, agradar al hombre o agradar a Dios?, si sabes que algo no va exaltar el nombre de Dios, no lo hagas, en medio de tantas infidelidades, Dios se agrada de que le seamos fiel.

3. Evitar lugares equivocados: “¿Qué tiene de malo asistir a “x” lugar si de todas formas no haré nada malo?”, Es la pregunta que muchos nos hacemos, y como el versículo principal cita no todo edifica, pero mas que eso debemos pensar en que ejercemos influencia en muchas personas y que los ojos de muchos están puesto en nosotros por lo que debemos evitar que otros sean afectados por nuestras acciones, si nadie ve diferencia en los que son dirigidos por el Espíritu Santo y en los que no son, tampoco verán diferencia entre entregar tu corazón a Dios o no.

4. No te dejes llevar por algo, aun este parezca inocente: Hay acciones que pareciera que no le hace mal a nadie, o parecen muy inofensivas, a lo mejor es cierto, pero en esos momentos imaginemos que es lo que haría Jesús en ese momento, no importa lo que sea, si nos guiamos por lo que haría Jesús en cada caso, será muy difícil que nuestras decisiones no estén respaldadas por Dios

5. No te dejes llevar por los comentarios de los demás: Sabemos que no todos vemos las cosas desde la misma perspectiva, hay personas que no ven lo malo del pecado, la palabra dice que hay personas que: “a lo malo le llaman bueno, y a la bueno le llaman malo”, si no buscamos a Dios difícilmente entenderemos que hay cosas que nos traerán consecuencias muy duras, que no nos conviene experimentar.

Es innegable la mayoría de nosotros antes de realizar una acción siempre sabemos que es lo correcto y que es lo incorrecto. Todo nos es licito, pero hay una diferencia entre los que en medio de esa libertad escogen el bien, lo que conviene y lo que edifica, que aun en medio de la libertad de elección siempre eligen el agradar a Dios.

Gabaonitas

Hay quienes realmente creen en el poder de Dios, pero nunca participan de esas maravillas porque a la manera de los gabaonitas, llevan tiempo dentro de la iglesia incluso sirviendo en algún privilegio, pero siguen con coberturas viejas gastadas y rotas, incluso contaminada, aun tienen costumbres mundanas, degeneraciones, malos hábitos; la Biblia nos enseña que algunos debemos arrebatarlos del fuego desechando su ropa contaminada (Judas 01:23). No basta con estar convencidos, es necesario estar convertidos, no es suficiente con tenerlo en la mente, debe de haber un cambio en el corazón  …Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio… (Hechos 03:19).

Datos:

La trama de los gabaonitas ( Josué 9:1-13). Las tribus de Canaán estaban divididas en pequeñas “naciones” con ciudades claves como sus centros. Los ciudadanos de una de esas pequeñas “naciones” retratan el como trabaja Satanás. Las herramientas de su oficio: mentiras… decepción… hipocresía. Noten lo que hicieron los gabaonitas:

1. Engañaron a Josué y a los líderes (2 Corintios 11:14). Los gabaonitas se vistieron de ropa vieja y llevaron pan viejo y cueros viejos de vino para demostrar que venían de una tierra muy lejana (Josué 9:3-6).

2. Mintieron (Juan 8:44). Dijeron que eran de una tierra muy lejana cuando en realidad eran de los heveos, una tribu que habría de ser destruida según el mandato de Dios. Gabaón era una ciudad muy cerca, solamente nueve kilómetros al noroeste de Jerusalén y treinta kilómetros de donde estaban acampados en Gilgal.

3. Eran hipócritas. Fingían honrar al Dios de Israel cuando en realidad buscaban refugio político  y sacar ventaja. 

 El evangelio es sustitutivo, gloria en lugar de ceniza, gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado…a ordenar que a los afligidos de Sión se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya… (Isaías 61:03)

Soberania

Creo que a todos nos ha pasado que no le encontramos respuesta a algún/os sucesos difíciles que nos ha tocado vivir o a algunas preguntas que saltan en nuestra mente, no puedo dejar de reflexionar acerca de esto, porque soy muy inquisitiva, me gusta mucho saber el porque de las cosas y se que muchos de nosotros por espirituales que seamos tenemos inquietudes.

A veces hay cosas que nos suceden o le suceden a personas cercanas a nosotros que por más que le busquemos, no le encontramos una explicación, una enfermedad mortal que apareció de la nada, la muerte inesperada de un ser amado, un accidente que termino en tragedia u otro suceso que por mas explicación que le busquemos, simplemente no le encontramos. Lo mismo que preguntas y porque esto no sucedió así? porque a mi, porque yo, etc?

Hay dos respuestas que siempre llegan a nuestra mente, la muy sincera: “Realmente no sé por qué sucedió”. Y la más fácil, típica e infalible para decir en esos momentos: “Dios sabe porque paso” o “Dios tiene un propósito, Dios está en control”.

Pero a veces realmente pasan cosas que simplemente no tienen una respuesta. Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad (Hechos 1:7). Hay cosas que pasan solo porque es la voluntad de Dios.

A veces pienso en la muerte de los discípulos, unos decapitados, Esteban apedreado. ¿tienen alguna explicación?, no necesariamente, simplemente murieron por predicar el evangelio. Pero nos resistimos a que sea así.

Es cierto que no todo tiene una respuesta exacta o una explicación, pero Dios que es soberano y que sabe que en mucho de nosotros corre un mar de cuestionamientos, no de incredulidad y falta de fe, sino de búsqueda, nos da respuestas en su palabra que pueden convertir este mar de cuestionamientos en una esperanza apacible.

Estas son algunas de esas respuestas que nos producen, satisfacción a nuestros cuestionamientos, esperanza, paz y Fe: 

Cuando todo vaya mal, una de las respuestas que podemos encontrar está en “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. (Juan 6:68). A quien podemos ir si solo Jesús nos ofrece vida abundante y eterna, si El es el único camino, la verdad y la vida?

“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:8). Le pertenecemos al Señor, pase lo que pase, somos de Él y estaremos con El por toda una eternidad.

Y por si fuera poco nada nos puede separar de nuestro Padre Celestial, absolutamente nada “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”(Romanos 8:38-39).

Queremos encontrar una respuesta a todo, quisiéramos explicaciones de todo, queremos que todo sea muy claro, pero habrán momentos en los que por más que le demos vuelta al pensamiento, simplemente no lo vamos a entender, y es que todas nuestras respuestas están en Cristo. Es cierto que hay preguntas sin respuestas, pero nunca sin esperanza, ni insatisfechas, porque para todo Dios tiene una respuesta que nos produce paz y  si tenemos la seguridad de que somos propiedad suya, que nadie más tiene palabras de vida eterna y que nada ni nadie puede separarnos de su amor, no necesitaremos saber nada mas.

Y cuando realmente por más que queramos encontrar una explicación o razón a algo y no la encontremos, recordemos que El es soberano. Y  “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”. (Deuteronomio 29:29)